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ES INTERESANTE VER COMO EN ESTE GRAFICO
SE CUMPLE AQUELLA PALABRA QUE DICE: "EL REINO DE LOS CIELOS ESTA EN
USTEDES". NO ESTA ALLA O ALLI, ESTA AQUI CONTIGO, LO QUE SUCEDE ES
QUE NO LO VEMOS!!
EL NOMBRE DE YAHWEH (HEBREO MODERNO) PREFIGURA LA IMAGEN Y
SEMEJANZA DEL HOMBRE ORIGINAL CON SU CREADOR
יַהוֶהְ
י Cabeza y cuello
ה Hombros y brazos
ו Tronco o columna
vertebral
ה Pelvis y piernas
יהוה Yahweh
HEWHAY (de
derecha a izquierda tal y como se lee el hebreo)
“Es corregido el
uso de determinadas vocales puestas en las letras hebreas a fin de
“purificar” el texto original en su correcta pronunciación, como ocurre
frecuentemente con el conjunto más importante de letras que corresponde a
El Nombre Sagrado de El Creador יַהוֶהְ Yahweh אֱלֹהִים Elojiym, en el
que se modificaron con oscuro propósito las siguientes vocales: De
derecha a izquierda “e”, “o”, “a” como sigue,
ְָֹ
que al leerse en
hebreo en El Tetragrámaton como יְהֹוָה con dichas vocales, se comprende
el término en forma incorrecta, inadecuada y por ende blasfema, siendo
ésta entendida al leerse como “jehova” en idioma anglosajón, o “yejova”,
o “jehová” en idioma español, entre otros.
Esta forma, por
supuesto, no solo es blasfema sino absurda y totalmente inexistente en la
lectura del idioma hebreo original en que fueron redactados Los Escritos
Sagrados sin vocales, y fue revelado El Verdadero Nombre de El Creador y
su correcta pronunciación. Las consonantes que conforman el Tetragrámaton
original sin el uso de vocales es יהוה, y se lee correctamente Yahweh,
donde las dos letras jey “ה” son mudas y no contienen sonido fonético
gutural, y en igual forma la letra wav “ו” no se comporta como una
consonante y vocal al mismo tiempo, sino solo como consonante, tal cual
como una vav o wav en idioma paleo hebreo como en el caso de יהוה Yahweh
(Yaue). Las vocales adecuadas, solo en el caso en que debieran usarse
para conocer la correcta pronunciación de El Sagrado Nombre de El Creador
son
ְֶַ
que al leerse en
hebreo en El Tetragrámaton como יַהוֶהְ, se lee
correctamente Yahweh, lo cual es exactamente igual que si se leyera sin
vocales, y que sin ninguna duda cumpliría cabalmente con la verdadera
pronunciación de El Sagrado Nombre sin temor a pronunciarlo vanamente o
en forma blasfema. Solo la forma Yahweh o Yaue se emplearía para denotar
la pronunciación paleo hebrea o ancestro del hebreo moderno toda vez que
se observe en los textos antiguos escritos El Tetragrámaton en letra manuscrita
יהוה o letra de molde de derecha a izquierda HWHY, o de izquierda a
derecha YHWH.
Es aconsejable y
notoriamente muy importante y serio el no usar signos vocales en las
cuatro consonantes que conforman el Tetragrámaton, sin embargo en esta enseñanza
especial lo hacemos a fin de esclarecer, enseñar y limpiar el error
intencionado (adquirido por el “cristianismo” en todo el mundo) elaborado
por los hermanos “masoretas” (tradicionalistas), cuyo único objetivo
además de proponer invalidar, cambiar y desviar por completo la lectura
correcta de El Nombre Kadosh, establecieron la excusa absurda de no
pronunciarlo por temor a blasfemar contra El Único y Verdadero Poseedor
de dicho Nombre, lo cual es irrelevante e inexistente, ya que si bien es
cierto, el solo hecho de no pronunciarlo o pronunciarlo incorrectamente
infiere vanidad en el ser humano para que con voluntad propia y alevosa,
quite, borre o reemplace El Nombre que fue revelado a los hombres por
Quien lo posee desde el principio de los tiempos (véase בְּרֵאשִׁית
Breishiyt 2:4 y 4:26 donde aparece y donde es invocado por primera vez
respectivamente). El mismo caso aplica para quienes no dicen El Nombre
Kadosh, y simplemente Le reemplazan con uno de tantos Títulos propios de
יַהוֶהְ Yahweh como Adonay, Elojiym, Eterno, etc. Cabe anotar y aclarar
que el uso de los signos vocales en El Tetragrámaton no toca en lo
absoluto a El Nombre Sagrado, sino que por supuesto mantiene una
distancia prudencial y debajo de Él para no adicionarle, quitarle o
mancharle de ninguna manera.
Se debe aclarar
que El Nombre de יַהוֶהְ Yahweh אֱלֹהִים Elojiym o de יַהשׁוּעָהְ
Yahshuah El Mesías no se “usa” o “emplea”. Los Sagrados Nombres se
pronuncian o se invocan con respeto, pero nunca se usan o emplean.
En la transliteración el artículo o
artículos van junto a cada nombre como está en el hebreo.
En El nombre de יַהוֶהְ Yahweh la letra
ה jey es muda por eso no se dice o escribe Yajwej.”
La “nueva ola” de seudo nazarenos o
seudo efraimitas ha llegado a inventar que la letra Vav (ו) no es Vav
sino “U”, porque, según ellos, es como originalmente existió en el paleo
hebreo. ¿No saben hablar hebreo, y presumen hablar también paleo-hebreo,
griego, arameo y latín? Ahora es fácil entender por qué los seudo
nazarenos hablan en “lenguas confusas y descomunales” (clara importación
inventada de la “iglesia” para atrapar incautos) en sus servicios. La
letra Vav en hebreo (ו) no siempre es una “U”; algunas veces se comporta
de tal forma, otras es una “V”, o “B” dependiendo de la puntuación que
denote la diferencia entre una y otra. O usted pronunciaría וַיִּקְרָא
Vayikra como “Uayikra”? Debemos asegurarnos en saber que la forma
paleo-hebrea y hebrea moderna guardan tan solo algunas diferencias
fonéticas, aunque la escritura sea considerablemente distinta.
Las formas (más bien deformidades) de “Yajue” o
“Yajweh” o “Yahojanan” o “Yajojanan” no existen en ninguna parte, ni
en la gramática hebrea, y mucho menos en los Escritos Sagrados. Incluso
ya hay “sabios maestros” que argumentan falsamente que la palabra
“Sagrados” es un ídolo pagano. No es de extrañar que los seudo nazarenos
sean muy cautos para reinventar el hebreo y las lenguas modernas, o
inventar ídolos y demonios invisibles en todos los léxicos del mundo, y
no sean lo bastante cautos y cuidadosos al emplear en sus textos términos
paganos (provenientes de Bavel) como “nisan” y “tishri” cuando desean con
ignorancia identificar los meses de sus emulados calendarios del
“judaísmo” que ellos mismos detractan. En este sentido los seudo nazarenos
resultan ser lo bastante contradictorios a fin de terminar con muy poca
credibilidad frente a sus lectores. (Salteadores
obstaculizan el Retorno de Efrayim convirtiendo su regreso en un océano
de enredos, dificultad y confusión; en lugar de simplificar, complican)

¿Por qué en la transliteración del
hebreo al español se emplea la letra “Y” (ye) para dar inicio a nombres
como Yahveh, Yahshuah, Yosef, Yocjanan, Yrushalayim, etc., en lugar de
emplear mejor la letra “I”?
Aunque la letra “I” pudiera aparentemente ser adecuada para emplear la
fonética hispana de miles de palabras hebreas, al igual que la
transliteración de la letra hebrea Yod (י), los Hijos de Yosef Efrayim no
podemos emplear la letra “I” mayúscula, pues ésta corresponde con el
número uno (1) en romano o latín. La letra equivalente de la Yod hebrea
en el idioma occidental de la antigüedad siempre fue la Ípsilon (no confundir con
Epsilon) o
"Y", y no la "I" latino-romana impuesta por aquellos
que insisten en "catolizar" la transliteración del hebreo a
idiomas de Occidente. Si Yahweh Es Ecjad, es decir, Uno, ninguna
palabra hebrea transliterada o fonética, cuyo prefijo comience con El
Principio de todo, que es י Yod, puede ser identificada con “I” del “uno
romano”. Ningún signo romano que indique “unicidad” en concepto puede
emplearse para nombrar la Unidad de Yahweh como prefijo de cientos de
nombres hebreos. Además la “Y” hispana, aunque físicamente no se parezca
a la letra Yod (י) hebrea, es la que mejor unifica los conceptos de
fonética y transliteración en la mayoría de lenguas en el mundo; al fin y
al cabo la “i” mayúscula (“I”) no se parece físicamente en nada tampoco a
la letra Yod (י). También la “Ye” tiene la facilidad de comportarse como
“Y” sola, es decir, con la fonética de la “i” sin tener que acudir al
número romano “I” para identificarse; así que no hay ningún impedimento
ni gramatical, ni argumentativo, para emplearla en la transliteración y
fonética de nombres hebreos que comiencen con Yod (י).


EL NOMBRE DE YAHSHUAH (HEBREO MODERNO)
PREFIGURA LA IMAGEN Y SEMEJANZA DEL HOMBRE ORIGINAL CON SU MESIAS
י Cabeza y cuello
ה Hombros y brazos
שׁ Corazón
ו Tronco o columna vertebral
עָ Tziytzit (Mandamientos
de Yahveh)
ה Pelvis y piernas
יהשועה Yahshuah
HAUHSHAY (de
derecha a izquierda tal y como se lee el hebreo)
EL NOMBRE DE YAHVEH (PALEO HEBREO YAHWEH) PREFIGURA LA IMAGEN
Y SEMEJANZA DEL HOMBRE POSTRADO O LEVANTADO ADORANDO ANTE SU CREADOR

   
Colocando El
Nombre Sagrado en una letra de molde observamos lo siguiente:

en que
corresponde a una persona
(hombre o mujer) postrada de rodillas con sus brazos abiertos
corresponde a una
persona (hombre o mujer) inclinada de pie con sus brazos abiertos
corresponde a una
persona (hombre o mujer) recta de pie con sus brazos abiertos y
levantados
de nuevo corresponde a
una persona (hombre o mujer) inclinada de pie con sus brazos abiertos
EL NOMBRE DE YAHSHUAH (HEBREO MODERNO) PREFIGURA LA IMAGEN Y
SEMEJANZA DEL HOMBRE POSTRADO O LEVANTADO ADORANDO ANTE SU
MESIAS
יַהשׁוּעָה
HAUHSHAY (de derecha a izquierda tal y como se lee el hebreo)
YAHSHUAH
     
     
Colocando El
Nombre Sagrado de יַהשׁוּעָהְ Yahshuah en una letra de molde observamos
lo siguiente:
     
corresponde a una persona (hombre o
mujer) postrada de rodillas con sus brazos abiertos
corresponde a una persona (hombre o
mujer) inclinada de pie con sus brazos abiertos
corresponde a una persona (hombre o
mujer) inclinada de rodillas con sus brazos abiertos
corresponde a una
persona (hombre o mujer) recta de pie con sus brazos abiertos y
levantados
corresponde a una persona (hombre o
mujer) inclinada de rodillas y cabeza con brazos caídos
de nuevo corresponde a una persona
(hombre o mujer) inclinada de pie con sus brazos abiertos
EL NOMBRE DE YAHVEH EN ARAMEO
ܝܗܘܗ
En gramática los nombres propios no
tienen traducción, y mucho menos interpretación. Así, en los Textos de
las Escrituras, los nombres propios hebreos se conservan sin traducirlos
o interpretarlos (mas bien sí se reconoce en ellos su concepto, pero si
su forma cambia el concepto se pierde). En realidad no es que los nombres
sean traducidos por las personas de occidente, mas bien son interpretados
cambiando su forma original ya que éstos no pueden ser traducidos. Sin
embargo, al ser interpretados cambiando su forma original, el significado
original de cada nombre se pierde completamente. De este modo, si el
escritor George Knight visita a América Hispana (no “latina”, pues no
hablamos latín, ni procedemos de ningún país que hable esa lengua o su
nombre se deduzca de esa palabra), y en su recibimiento protocolario no
se le llama o identifica por su nombre, sino que al visitante se le llama
como “Jorge Caballero”, su nombre original pierde todo sentido y
comprensión. Así, nombres como José, Jesús, Dios o dios (da igual al fin
y al cabo aunque se escriba en letra menor), Pedro, Juan, etc., no
existen en las Escrituras. Tampoco existen cosas como “domingo”,
“cristianos”, “católicos”, “evangélicos”, adventistas”, “musulmanes”,
“monjes(as)”, “presbíteros”, “presbiterianos”, “monaguillos”, “obispos”,
“ministros”, “rabinos”, “reverendos”, etc., ni tampoco cosas como
“cristianismo”, “judaísmo”, “catolicismo”, “islamismo”, etc. Si alguien
cree que su religión o sus doctrinas y sus protagonistas aparecen en las
Escrituras Sagradas, el o la tal continuará desafortunadamente
engañado(a). Si aparecen allí, entonces no estamos hablando de Sagrados
Escritos o Sagradas Escrituras, sino de “biblia”; y la “biblia” o
“biblias” son una o miles de versiones modificadas de los Escritos
Sagrados Originales; y si son una modificación o miles de modificaciones,
entonces el Mapa Original está perdido; y si el Mapa Original está
perdido, entonces cómo hallar el camino de regreso? Fíjate que no te
engañen y te cambien el Mapa que te guía hacia el Verdadero Camino, la
Verdad y la Vida. Fíjate que el Mapa sea el original; si no lo es, tu
ruta se desviará del objetivo real, entonces perderás tiempo porque
tendrás que devolverte y no se sabe si en ese camino que te ofrece ese
mapa incorrecto te pierdas y no puedas regresar. Si te das cuenta ahora,
entonces estás a tiempo, a fin de reiniciar la Ruta de Retorno y final
Restauración. Analiza esto y chequea bien para ver si tienes el Mapa
correcto. Si tan solo tienes una burda copia que sobresalga más por su
belleza que por su contenido, no te preocupes, siempre hay una
oportunidad para que empieces de nuevo y obtengas el Mapa correcto, antes
que la noche caiga sobre tus ojos…
Existen una variada clase de malversaciones y contravenciones al
Torah de Yahweh que tienen que ver justamente con lo más delicado, y es
con El Nombre Sagrado de יַהוֶהְYahweh. ¿Dónde se originó el problema?
En la adición de letras o pronunciaciones vocales que no existen en El
Nombre Kadosh de יַהוֶהְYahweh. La “nueva ola” de seudo
nazarenos ha creado las deformaciones “Yajue”, "Yahuweh",
"Yahuwah", “Yajuve”, “Yajove”, “Yajuwe”, “Yajowe” y “Yajova”
para desembocar en la peor de todas, “Yejova”
(“destructor”). ¡Cuidado! Se debe tener mucha cautela en no
entrometer formas gramaticales que no existen en la pronunciación hebrea
de El Nombre Kadosh. Muchas veces es entendible el hecho de que el
pueblo de la Casa de Yjudah no pronuncie El Nombre Kadosh a fin de no
incurrir en un craso error (blasfemia) como en el que incurren los seudo
nazarenos. Igual ocurre con el nombre de יַהשׁוּעָהְYahshuah, el cual fue deformado a
versiones populares de "Yahushuah", "Yahushua",
"Yahushuwah", “YaHShU‛AH”, “YâHŠhẀ‛āH”, “Yáj·Shù·āj” (introduciendo
malversadamente jotas “j” que no existen en hebreo o "bolitas"
o “rayitas” o "logo símbolos" o "adornitos sobre las
letras"), “Yeshua”, “Y'shúa”, “Yeshuaj”, “Yashua”, “Yasúa”, “Yashúa”, “Yajoshua”,
“Yajushua”, “Yahuwshúa”, “Yahoushúa”, “Yejoshua”, para desembocar en la peor de
todas, la deformación griega “jesús” que viene de “iesus” o Yeh-sus que
en hebreo es equivalente a yod (י) de Yah conסוּס “sus”
que es caballo; de ninguna manera esta deformación tiene sentido con el
hecho de que Yahweh sea o corresponda con un ‘caballo’; sin embargo el
origen de tal desviación fue originado en la devoción a la deidad pagana
de “zeus” (“pega-sus” el caballo de “zeus” = “zesus”, transformado
posteriormente en “xesus” para terminar en “jesus”) tanto en Grecia como
en Turquía sobre todo en la zona de Bérgama (antigua Pérgamo), lugar en
el que no en vano הִתְגַּלּוּת
Jitgalut 2:12,13 afirma que se encuentra el altar de s.a.t.a.n. (“zeus”).
Indiscutiblemente la fe de muchos (“catoli-cristianos”) fue
defraudada en razón de la ignorancia acaecida a los pueblos del
mundo. Yahweh mismo impidió que Su Nombre fuera más blasfemado:
יְשַׁעְיָהוּ Yshayaju52:5 “Y ahora ¿qué hago aquí, dice Yahweh,
ya que Mi pueblo es llevado injustamente? Y los que en él se enseñorean, lo
hacen aullar, dice Yahweh, y continuamente es blasfemado Mi
Nombre todo el día.”
Sin embargo el argumento de la nueva ola
de seudo nazarenos (los cuales son muy castos en colocar abruptamente
género femenino a El Ruacj JaKodesh) hace que se raye en la exageración y
la profunda ignorancia al tratar de atacar más de la cuenta el seudo nombre
de “jesús”. ¿Por qué? Porque ellos argumentan falsamente que סוּס “sus” tiene
una guematría de ס = 60, וּ = 6, ס
= 60, entonces por descarte “jesús” tiene el número de la “bestia” 666, y
por ello es el nombre blasfemo del “caballo” de los Escritos Sagrados. Esta
clase de seudo maestros van a llevar al mundo necio e ignorante a la
necedad e ignorancia de ellos, que es peor (estado postrer peor que el
anterior, מַתִּיָהוּ Matiyaju 12:45)
Otros seudo nazarenos (impostores
disfrazados de “judíos” ortodoxos modernos) que se hacen llamar
“natzarenos” o ‘natzarenis” de supuestas comunidades “sefaradiy” en
Centro América (que presumen saber más hebreo que los israelitas que
viven en Eretz Yisraeil) y Sur de la Florida, y que se atribuyen
falsamente el título de maestros “ancient-hebrew”, argumentan que
“jesús” significa “he aquí caballo”, lo cual es una total arbitrariedad y
total desconocimiento del significado o etimología de la palabra seudo
española “jesús”. El prefijo “je” de “jesús” en hebreo ¡nunca! significa
“he aquí”. “He aquí” en hebreo es הנה
jineiy, y no el prefijo “je” de “jesús”. Recordemos que en español
la mayoría de versiones de la “biblia” han empleado erradamente la letra
“J” en todos los nombres propios que justamente comienzan en el hebreo
con la letra Yod (י); todas las
versiones han reemplazado sin fundamento la Yod (י) por “J” en nombres como “jerusalem”, “juan”, “josé”,
etc. Es más, para anular el error de los seudo efraimitas o seudo
nazarenos que argumentan que “jesús” significa “he aquí el caballo”,
nótese que la palabra הנה jineiy no
comienza con la letra hebrea Yod (י)
sino con la letra hebrea Jey (ה) Así,
el argumento seudo nazareno es falso. Otros seudo nazarenos
israelitas rayan en la peor de las exageraciones y mentiras diciendo que
“jesús” significa “el cerdo” porque aducen sin conocimiento de causa que
ello es lo que significa en latín. ¿Saben mucho estos seudo maestros
que hasta hablan y comprenden el latín?
Cada cosa en su lugar; si bien es cierto el nombre “jesús” no es El Nombre
de Yahshuah, El Mesías de Yisraeil, tampoco es necesario inventar
argumentos desmedidos y totalmente fuera de base cognoscitiva, a fin de
sobre dimensionar la perspectiva acerca de de lo que es verdadero de lo
que no lo es. El sobre dimensionar (exagerar) las cosas, sin necesidad de
ello, y peor aún, sin conocimiento, hace que una verdad se convierta en
mentira, y además hace que los humanos, con presunción de sabios, se
introduzcan en las redes se sus propias torpezas y futilidades.
Véase el siguiente fragmento de “Los tontos no van al Cielo”:
“Punto importante a tener en cuenta es que no se pueden
traducir términos hebreos antojadamente según la conveniencia de los
humanos. Hay quienes traducen palabras hebreas condicionando el elemento
traducido a impresiones y conceptos personalizados, como es el caso más
comúnmente conocido referente a las palabras Adon, Ruacj, Mashiyacj y
Moshiacj entre otras. Hay quienes dicen malversadamente que la palabra
Adon no significa en el idioma español maestro, cuando lo correcto es
así. Llegan a tal punto de exageración y mentira aduciendo que Adon es
una palabra pagana solo porque se parece a “adonis”; y argumentan
osadamente que “adonis” originó a Adon.
Es común en el uso del idioma hebreo en
la calle saludar a alguien como ADON sin demeritar en absoluto los
títulos de Aba Yahweh. Entonces, por supuesto, cuando alguien lo saluda a
usted con el título de ADON sin conocerle, le está diciendo “maestro”, ya
que no lo conoce a usted, y no cosas como “amo” o “dueño”, palabras que
aducen quienes pretenden saber y hablar más hebreo que quienes por
naturaleza y arraigo lo hablan, leen y escriben fluidamente. Los
conceptos que deducen una determinada traducción del idioma hebreo a
otros lenguajes del mundo están plenamente identificados y no pueden ser
arbitrariamente cambiados. Además de existir un abundante número de seres
humanos que aunado al cambio arbitrario de los conceptos de traducción
más sencillos y simples, inventan a los idiomas del mundo el no usar el
90% de dicha lengua aduciendo que posee en su totalidad en cada palabra
la existencia absurda de ídolos por cada palabra. Si bien es cierto, para
llegar a tan descabellada deducción de parte de estos seudo Efrayimitas o
seudo nazarenos, debe tratarse de unos peritos en materia lingüística,
por supuesto, pero no lo son, y han fracasado rotundamente en su fallido
intento.
Las razones que
movilizan la fluidez ignorante de algunos son su capricho lógico y
razonador ego centrista. Esto se explica, porque para arrojar tan errados
conceptos es que debieran capitalizar ellos mismos una abundante
información obtenida del verdadero origen de eso que ellos llaman
“ídolos”, y la única fuente real y evidentemente confiable para nosotros
son las mitologías. Pero no las mitologías inventadas por eruditos
caseros, absolutamente, no. No se puede ser necio ante el argumento
histórico. Debemos recurrir a la mitologías de la historia para
identificar realmente qué palabras de nuestro léxico son “ídolos” y no
como estos falsos maestros seudo efraimitas (la nueva ola de seudo
nazarenos) ligeramente han deducido sin estudiar a fondo el tema. Si
ellos han “creído” que hay un gran número de ídolos en cada palabra del
idioma que salió de Bavel para ser confusión, ahora la cosa si que se
pone peor; ya que la moda de usar el “espanglish” ahora se convierte en
el “spanbreo” que no es otra cosa que un nuevo confuso lenguaje que estos
falsos maestros han inventado, el cual, y peor aún, es más confuso que el
idioma original; es decir revuelven español con palabras mal pronunciadas
del hebreo, lo cual ellos creen, los hace lucir sabios en el idioma
semítico. La descomunal mezcolanza de seudo hebreo con español
reinventado distorsiona, rechina, confunde y es absolutamente no
entendible (no se les entiende nada). Al saber más que los diccionarios
de la lengua hebrea, española e inglesa, cambiando abruptamente términos
que no están contemplados en ninguna parte, aunado al deterioro de la
lengua convirtiéndola en una pléyade de demonios e ídolos sin fundamento,
pareciéndose más al puritanismo (costumbre de demonizar todo cuanto
existe) de la edad media, se le unen aquellos que tratan de ridiculizar y
hallar origen de las palabras hebreas en palabras paganas. “A lo bueno
llaman malo, a lo malo llaman bueno”. Un ejemplo claro es la palabra
ADONAI la cual sin escatimar esfuerzos la han rebajado comparándola con
el término “adonis”. Pregunto, ¿qué tiene que ver la luz con la
oscuridad?, un rotundo NADA. Igual ha sucedido con el “kipa”; han llegado
tan lejos que han dicho descaradamente que los “judíos” lo copiaron de
los católicos, cuando fue precisamente todo lo contrario….”
¿Por qué Dios, Deus o Logos (o dios, o deus o logos, [con
mayúscula o minúscula no hace la diferencia, pues el concepto mental es
el mismo]) es una ilusión en la mente de los humanos.
¿Por qué algunas
religiones como el “cristianismo” definen a El Creador como “Logos”?
La etimología de la palabra ‘lógica’ muestra que su concepto deriva del
latín “logica”, que a su vez proviene del término griego “logos” que
significa razón o estudio. La lógica es una ciencia inventada por el
hombre a fin de exponer leyes, modos y formas del conocimiento
científico. ¿Qué tiene que ver El Creador con el razonamiento humano o
leyes, modos y formas del conocimiento científico humano? ¿Qué tiene,
pues, que ver El Creador con la lógica, el sentido común o la facultad
que posee la “mayoría” de las personas que juzgan razonablemente las
cosas? ¿Puede la mente humana con sus razonamientos, conceptos, ideas,
pensamientos y conclusiones contener a El Creador? ¿Es El Creador a la
imagen razonable del hombre, lo que la ciencia es al conocimiento? En
verdad no, pues un sabio alguna vez ya respondió a estos interrogantes
cuando dijo: “¿Porque en verdad habitará Elojiym con el hombre en la
tierra? He aquí, los Cielos y los Cielos de los Cielos no te pueden
contener; cuánto menos esta casa que he edificado. (מְּלָכִים א Mlacjiym
Alef [1a de Reyes] 8:27; הַיָּמִים ב דִּבְרֵי Divrey JaYamiym Bet [2ª de
Croonicas] 6:18)
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